Los primeros auxilios básicos son aquellos que realiza una persona a una víctima de accidente, la cual requiere de ayuda inmediata con el fin de preservar su vida o minorar el daño ocurrido hasta la llegada de un médico o personal sanitario especializado. Es importante que todos tengamos unas nociones básicas en primeros auxilios ya que podemos evitar daños mayores e irreversibles de una persona que haya tenido un accidente de cualquier tipo.
Por ello, un grupo de socios de Ashemadrid han querido formarse en este ámbito acudiendo a nuestro Curso Básico de Primeros Auxilios Específicos en Hemofilia que tuvo lugar el pasado 19 de octubre en la sede de Ashemadrid.
El formador, Iván Ortiz, es Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería y en Emergencias Médicas en el Hospital de San Rafael y además padre de un niño con hemofilia.
El curso comenzó a las 10:00h con una primera introducción sobre la sangre, características y composición de la misma, también se realizó un repaso de los conceptos básicos sobre la hemofilia, tipos de sangrados y qué hacer frente a los sangrados más cotidianos que se puede encontrar un paciente con hemofilia o von Willebrand, como epixtasis, hematomas u otros problemas menos comunes como otorragias o rectorragias.
A continuación se adentró más en los primeros auxilios que tienen como misión principalmente estos 3 elementos: proteger, avisar y socorrer. Enseñando además cual debe ser la posición lateral de seguridad que minimizará los daños, sobre todo en caso de hemorragias internas que deben no estancarse dentro del cuerpo.
Tener en cuenta los problemas más comunes que puede tener una persona como desmayo, desvanecimiento o lipotimia entre otros y saber cómo actuar ante ellos, reconocer sus síntomas y la atención necesaria para cada uno de ellos hasta que llegan los equipos de emergencias puede ser de vital importancia para salvar una vida.
Este año como novedad, se introdujo un apartado para las reacciones alergicas, cómo reconocerlas, cuál suele ser su sintomatología ya que son problemas que requieren de una actuación inmediata ya que en caso de anafilaxia la muerte es inminente por lo que debe administrarse con rapidez la adrenalina y llevar al hospital más cercano inmediatamente.
Llegó la hora de la práctica y es que Iván Ortiz es todo un maestro de los vendajes pero a los asistentes les dejó claro que no hacía falta que fuera perfecto sino funcional, es decir, que haga presión donde tiene que hacerla y se sujete correctamente, es preferible que se haga rápido y funcional a gastar tiempo en hacerlo técnica y estéticamente bien.
La verdad es que nuestros asistentes fueron muy eficientes y además cuidaron también la técnica:
Uno de los principales problemas que podemos encontrar en nuestra vida cotidiana es el atragantamiento por obstrucción de vías aéreas. La persona suele ponerse de un color rojizo azulado e incluso se suele llevar las manos al cuello por no poder respirar, en estas circunstancias se debe actuar con mucha rapidez realizando la maniobra de Heimlich, que consiste en colocarse detrás de la persona que está sufriendo el atragantamiento y rodearla juntando las manos debajo de su esternón y empujar hacia adentro y arriba del mismo las veces necesarias hasta que la obstrucción se deshaga.
Iván también recordó a los asistentes que deben tener cuidado con los alimentos cilíndricos como salchichas ya que pueden obstruir más fácilmente las vías respiratorias por ello se debe cortar ese tipo de alimentos de forma trasversal para eliminar esa forma.
Por último habló sobra la RCP, Reanimación Cardiopulmonar, en la cual es necesario que se realice el llamado MES: Miro, Escucho, Siento. Lo más importante es comprobar la respiración ya que si no hay respiración no hay pulso, y si lo hay no durará mucho tiempo.
Pudieron realizar la práctica con el maniquí de RCP al ritmo de la banda sonora de Star Wars ya que se necesita hacer a una velocidad de 100/min.
Por último, contamos con la charla de María Ocete, Psicóloga Clínica. La cual dirigió su charla a la familia. María quiso explicar el impacto de la enfermedad en los padres en particular, y cómo esa gestión de sentimientos puede verse en conflicto con una sana relación con el niño y una mala fundamentación de la seguridad en él. También comentó la necesidad de saber actuar de forma paciente y no permisiva sin ser el contrapunto y convertirse en opresor transmitiendo así el propio miedo y culpa del padre en el niño. Es muy importante generar un clima de confianza que no genere una inseguridad en el niño, promoviendo un papel activo en el manejo de la vida diaria e incentivando una comunicación abierta ya que todo tiene influencia en la relación con los hijos.
No solo aprendieron todos estos conceptos necesarios para los accidentes que podemos encontrar en el día a día sino que además se divirtieron mucho aprendiendo.
