El pasado sábado 18 de noviembre, tuvo lugar el segundo Taller de padres bajo el título “Bullying: infórmate para prevenir y ayudar a tu hijo” actividad enmarcada dentro del proyecto dedicado a la infancia que ejecuta Ashemadrid gracias a Fundación Mutua Madrileña, Fundación Inocente Inocente, y la industria farmacéutica, Shire y Octapharma®. Como en anteriores talleres de padres, el Centro Virgen de Begoña nos cedió sus amplias instalaciones para poder llevar a cabo la actividad mientras los niños se quedaban en la sede de Ashemadrid a cargo de los voluntarios.
En esta ocasión, como necesidad y problemática transversal a la hemofilia se ha apostado por realizar un taller con esta temática debido a que aunque cualquiera puede ser víctima de bullying, los afectados de hemofilia, por el hecho de serlo, pueden encontrarse en ese foco, como el que tiene sobrepeso, utiliza gafas, o tiene algo que le hace diferente al resto. Es una situación que preocupa a muchos padres.
Para esta ocasión, pudimos contar con la presencia de la psicóloga María Ocete, experta en atención a la víctima con dilatada experiencia en la materia. Una vez más pudimos disfrutar de su brillante exposición de la cual os presentamos una síntesis.
En primer lugar, es necesario definir este anglicismo como un acto en el cual se hace daño a otra persona dentro o fuera del aula utilizando cualquier forma de agresión, que puede ser verbal, física o social.
Se debe hacer una distinción de lo que es un conflicto, que es algo puntual que puede suceder, y lo que es acoso, que es algo continuado en el tiempo, con intencionalidad, y conlleva una afectación de la persona que lo sufre. No todo es bullying.
La llegada de la tecnología y redes sociales ha supuesto mejoras en el entretenimiento y el acceso a información y comunicación con otras personas, pero como todo, también ha tenido su lado negativo, siendo una herramienta muy atractiva para la persona que ejerce el cyberbullying ya que le otorga un sentimiento de invencibilidad ya que existen menos restricciones que en el acoso in situ, la víctima está disponible las 24 horas, esté o no esté conectada su mensaje llegará, y por último, el público está presente para ser testigo y poder participar o no del acoso iniciado por una o varias personas.
El silencio parece indicar en primera instancia que la persona no participa de esa agresión pero la omisión de socorro te hace partícipe de alguna manera. Ese silencio puede venir precedido por las amenazas o influencias del agresor, por el contagio social, la sensación de indefensión que tienen muchos menores que piensan que nadie va a hacerles caso, el miedo a convertirse también en el blanco de las críticas o mera obtención de diversión.
Este silencio no consigue otra cosa que fortalecer a la persona que agrede, otorgando así carta blanca para continuar y reforzar su conducta, por su parte, la víctima se siente doblemente agredida.
¿Cómo se detecta el bullying? María expuso de forma muy clara a los padres que la víctima no siempre cuenta lo que le está ocurriendo o bien por miedo o por vergüenza, pero existen una serie de indicadores que pueden ofrecer pistas de que algo no va bien: frecuentes dolencias de cabeza, vómitos, cambios de humor, irritabilidad, apatía, tristeza, ansiedad, estrés, comportamiento hostil, golpes y hematomas, pérdida de interés en aquellas actividades que antes le resultaban interesantes…etc.
Cuando esto ocurre los padres no saben bien cómo actuar, lo mejor es mostrar calma y comprensión. Animarle a hablar, hacerle ver que no es el culpable, evitando estimular la venganza y mostrando empatía.
En cuanto a la puesta en marcha para intentar ponerle solución a la situación es importante transmitir al centro educativo los hechos y solicitar su colaboración, teniendo a los profesores como figura de referencia. Promover la acción de cambiar esa situación para solucionarlo y hacerlo de forma conjunta y consensuada.
Tratar de reforzar la autoestima del menor y sus relaciones sociales.
Es importante en el cyberbullying (acoso en las redes sociales) que se guarden los mensajes como prueba, sin necesidad de abrirlos. Bloquear al remitente y pulsar la tecla de denuncia existente en todas las redes sociales.
María también recomienda que se acuda al médico antes de poner una denuncia, ya que se
Por supuesto es conveniente buscar la ayuda de un profesional.
¿Y qué hay si es mi hijo o hija el que acosa?
Lo primero es no ignorar la situación, no culpar a otras personas sino que es tu propio hijo quien debe responsabilizarse de sus actos. María aconseja que se intente conocer a los amigos de tu hijo, que vayan a casa, saber al menos con qué personas van y cómo se comportan.
María siempre insiste en que los padres son un modelo para los hijos y por eso las conductas deben ser adecuadas para poder predicar con el ejemplo.
Se debe reforzar los talentos y capacidades y educar en valores para que reconozca el error y pida perdón.
En estos casos también es conveniente buscar la ayuda de un profesional para buscar la causa de esa conducta.
En este caso, ¿cuáles serían los factores de riesgo?
Concretamente en niños que padecen alguna coagulopatía, esa diferencia a veces les puede otorgar cierto poder al pensar o ser vistos por otros como intocables se pueden beneficiar de saber que a ellos les puede causar un daño mayor que otros les peguen y sentirse con el poder.
Por ello, hay que educar en valores, en habilidades sociales, empatía y autoestima e intentar relativizar.
Por último María quiso facilitar el teléfono de información sobre el uso de redes sociales y problemas de acoso que pueden conllevar. Lo compartimos aquí 900 116 117.
Sin duda una sesión brillante de María Ocete a la cual agradecemos su intervención en la que todos los asistentes aprendieron aspectos muy interesantes y útiles para poder prevenir esas situaciones en sus hijos.